viernes, 10 de enero de 2014

Mi Confianza en él- Ambiorix Padilla

domingo, 19 de junio de 2011

La nueva evangelización AEP

La Nueva Evangelizaciòn es la busqueda y Proclamaciòn de Jesus en la Adoracion Eucaristica, perpetua (en y para todo tiempo y lugar).

Ante los problemas politicos , familiares ,economicos y de salud donde lasmas de las veces las soluciones y propuestas humanas han fracasado es necesaria, la intervención Divina, la cual pedimos con gran Fe por medio de esta Nueva Evangelizaciòn en la praxis de la Adoraciòn Eucaristica Perpetua, guardar silencio en la presencia de Cristo y pedir su direccion interseciòn e intervenciòn. El Padre esta deseoso de darnos esa nueva tierra y ese nuevo cielo. Ven en busca del Reino de Dios, el cual ya esta aqui y ahora donde los hombres Adoraran en Espiritu y Verdad en la presencia Viva y real de Jesus en la Eucaristia. En las capillas de adoracion perpetua, Dios el Padre Nos espera con los brazos habiertos y es ahy donde encontraremos todo lo que siempre hemos buscado, donde las demas cosas se nos dara por añadidura.



Fernando MDSE

sábado, 11 de junio de 2011

Cristo: Plena Revelación y Respuesta

Por lo cual, el que ahora quisiera preguntar a Dios o querer alguna visión o revelación,
no sólo haría una necedad, sino haría agravio a Dios, no poniendo totalmente los ojos en Cristo, sin querer alguna otra cosa o novedad.
Porque le podría responder Dios de esta manera, diciendo: “Si te tengo ya habladas todas las cosas en mi Palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿Qué te puedo yo ahora responder o revelar que sea más que eso? Pon tus ojos sólo en Él, porque en Él te lo tengo todo dicho y revelado, y hallarás en Él aún más de lo que pides y deseas. Porque tú pides locuciones y revelaciones en parte y, si pones en Él los ojos, lo hallarás en todo, porque Él es toda mi locución y respuesta, y es toda visión y toda mi revelación; lo cual os he ya hablado, respondido, manifestado y revelado, dándoosle por Hermano, Compañero y Maestro, Precio y Premio. Porque desde aquel día que bajé con mi Espíritu sobre Él en el monte Tabor, diciendo: Este es mi amado Hijo, en quien me he complacido; a Él oíd (Mat 17:5), ya alcé yo la mano de todas esas maneras y enseñanzas y respuestas y se las di a Él; oídle a Él, porque yo no tengo más fe que revelar, ni más cosas que manifestar; que, si antes hablaba, era prometiendo a Cristo, y si me preguntaban, eran las preguntas encaminadas a la petición y esperanza de Cristo, en que habían de allar todo bien ( como ahora lo da a entender toda la doctrina de los evangelistas y apòstoles; mas ahora, el que me preguntase de aquella manera y quisiese que yo le hablase o algo le revelase, sería en alguna manera pedirme otra ves a Cristo, y pedirme más fe, y ser falto en ella, que ya está dada en Cristo; y así; haría mucho agravio a mi amado Hijo, porque no sólo en aquello le faltaría en la fe, mas le obligaría otra vez a encarnar y pasar por la vida y muerte primera. No hallarás qué pedirme ni qué desear de revelaciones o visiones de mi parte. Míralo tú bien, que ahí lo hallarás ya hecho y dado todo eso, y mucho más en Él.

Del libro San Juan de la Cruz, pag 90 de Editorial Porrúa Mex 1973