martes, 23 de agosto de 2011

Palabras del Papa Juan Pablo II a los jóvenes chilenos (1987)

Madre Teresa habla de la VIrgen Maria y la Eucaristia

domingo, 19 de junio de 2011

La nueva evangelización AEP

La Nueva Evangelizaciòn es la busqueda y Proclamaciòn de Jesus en la Adoracion Eucaristica, perpetua (en y para todo tiempo y lugar).

Ante los problemas politicos , familiares ,economicos y de salud donde lasmas de las veces las soluciones y propuestas humanas han fracasado es necesaria, la intervención Divina, la cual pedimos con gran Fe por medio de esta Nueva Evangelizaciòn en la praxis de la Adoraciòn Eucaristica Perpetua, guardar silencio en la presencia de Cristo y pedir su direccion interseciòn e intervenciòn. El Padre esta deseoso de darnos esa nueva tierra y ese nuevo cielo. Ven en busca del Reino de Dios, el cual ya esta aqui y ahora donde los hombres Adoraran en Espiritu y Verdad en la presencia Viva y real de Jesus en la Eucaristia. En las capillas de adoracion perpetua, Dios el Padre Nos espera con los brazos habiertos y es ahy donde encontraremos todo lo que siempre hemos buscado, donde las demas cosas se nos dara por añadidura.



Fernando MDSE

sábado, 11 de junio de 2011

Cristo: Plena Revelación y Respuesta

Por lo cual, el que ahora quisiera preguntar a Dios o querer alguna visión o revelación,
no sólo haría una necedad, sino haría agravio a Dios, no poniendo totalmente los ojos en Cristo, sin querer alguna otra cosa o novedad.
Porque le podría responder Dios de esta manera, diciendo: “Si te tengo ya habladas todas las cosas en mi Palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra, ¿Qué te puedo yo ahora responder o revelar que sea más que eso? Pon tus ojos sólo en Él, porque en Él te lo tengo todo dicho y revelado, y hallarás en Él aún más de lo que pides y deseas. Porque tú pides locuciones y revelaciones en parte y, si pones en Él los ojos, lo hallarás en todo, porque Él es toda mi locución y respuesta, y es toda visión y toda mi revelación; lo cual os he ya hablado, respondido, manifestado y revelado, dándoosle por Hermano, Compañero y Maestro, Precio y Premio. Porque desde aquel día que bajé con mi Espíritu sobre Él en el monte Tabor, diciendo: Este es mi amado Hijo, en quien me he complacido; a Él oíd (Mat 17:5), ya alcé yo la mano de todas esas maneras y enseñanzas y respuestas y se las di a Él; oídle a Él, porque yo no tengo más fe que revelar, ni más cosas que manifestar; que, si antes hablaba, era prometiendo a Cristo, y si me preguntaban, eran las preguntas encaminadas a la petición y esperanza de Cristo, en que habían de allar todo bien ( como ahora lo da a entender toda la doctrina de los evangelistas y apòstoles; mas ahora, el que me preguntase de aquella manera y quisiese que yo le hablase o algo le revelase, sería en alguna manera pedirme otra ves a Cristo, y pedirme más fe, y ser falto en ella, que ya está dada en Cristo; y así; haría mucho agravio a mi amado Hijo, porque no sólo en aquello le faltaría en la fe, mas le obligaría otra vez a encarnar y pasar por la vida y muerte primera. No hallarás qué pedirme ni qué desear de revelaciones o visiones de mi parte. Míralo tú bien, que ahí lo hallarás ya hecho y dado todo eso, y mucho más en Él.

Del libro San Juan de la Cruz, pag 90 de Editorial Porrúa Mex 1973

viernes, 27 de mayo de 2011

Adoración Eucarística: Exposición y bendición

Adoración Eucarística: Exposición y bendición

La Eucaristía

La Eucaristía,
manantial del compromiso misionero en la Iglesia

Intervención de Juan Pablo II
en la audiencia general del
Miércoles, 21 de Junio del Año Jubilar 2000. -
1. «Jesús, único Salvador del mundo, pan para la nueva vida»: este es el tema del cuadragésimo Congreso Eucarístico Internacional que, iniciado el domingo pasado, terminará el próximo domingo con la «Statio Orbis» en la plaza de San Pedro.

El Congreso presenta la Eucaristía como el centro del gran Jubileo de la Encarnación y manifiesta toda su profundidad espiritual, eclesial y misionera. De la Eucaristía, en efecto, la Iglesia y todo creyente sacan la fuerza indispensable para anunciar y testimoniar a todos el Evangelio de la salvación. La celebración de la Eucaristía, sacramento de la Pascual del Señor, es en sí misma un acontecimiento misionero, que introduce en el mundo el germen fecundo de la nueva vida.

Esta característica misionera de la Eucaristía es recordada explícitamente por san Pablo en la Carta a los Corintios: «Cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga» (1
Corintios 11, 26).

2. La Iglesia retoma las palabras de san Pablo en la doxología, después de la consagración. La Eucaristía es sacramento «misionero» no sólo porque de ella mana la gracia de la misión, sino también porque contiene en sí misma el principio y la fuente perenne de la salvación para todos los hombres. La celebración del sacrificio eucarístico es, por tanto, el acto misionero más eficaz que la comunidad eclesial puede hacer en la historia del mundo.

Toda misa se concluye con el mandato misionero «podéis ir en paz», que invita a los fieles a llevar el anuncio del Señor resucitado a las familias, a los ambientes de trabajo y a la sociedad, al mundo entero. Precisamente por esto, en la carta «Dies Domini» he invitado a los fieles a imitar el ejemplo de los discípulos de Emaús, que, tras haber reconocido «en la fracción del pan» a Cristo resucitado (cf. Lucas 24, 30-32), sintieron la necesidad de ir inmediatamente a compartir con todos los hermanos la alegría del encuentro con Él (cf. n. 45). El «pan partido» abre la vida del cristiano y de toda la comunidad a compartir el don de sí para la vida del mundo (cf. Juan 6, 51). La Eucaristía realiza este nexo inseparable entre comunión y misión, que hace de la Iglesia el sacramento de la unidad de todo el género humano (cf. «Lumen gentium», 1).

3. Hoy es particularmente necesario que, en la celebración de la Eucaristía, cada comunidad cristiana tome la convicción interior y la fuerza espiritual para salir de sí misma y abrirse a las demás comunidades más pobres y necesitadas de apoyo en el campo de la evangelización y de la cooperación misionera, favoreciendo ese fecundo intercambio de dones recíprocos que enriquece a toda la Iglesia.

Es muy importante también discernir a la luz de Eucaristía las vocaciones y ministerios misioneros. Siguiendo el ejemplo de la primitiva comunidad de Antioquía, reunida «en la celebración del culto del Señor», cada comunidad
cristiana está llamada a escuchar el Espíritu y a acoger las invitaciones, reservando para la misión universal las mejores fuerzas de sus hijos, enviados con alegría al mundo y acompañados por la oración y por el apoyo espiritual y material que necesitan (cf. Hechos de los Apóstoles, 13, 1-3).

La Eucaristía es, además, una escuela permanente de caridad, de justicia y de paz, para renovar en Cristo al mundo circunstante. Los creyentes sacan de la presencia del Resucitado la valentía para ser agentes de solidaridad y de renovación, comprometidos en el cambio de las estructuras de pecado en el que los individuos, las comunidades, y a veces pueblos enteros, están enredados (cf. «Dies Domini», 73).

4. En esta reflexión sobre el significado y sobre el contenido misionero de la Iglesia no puede faltar, por último, la alusión a esos singulares «misioneros» y testigos de la fe y del amor de Cristo que son los mártires. Las reliquias de los mártires, que se ponen desde la antigüedad debajo del altar, donde se celebra el memorial de la «víctima inmolada por nuestra reconciliación», constituyen un claro signo del vigor que emana del sacrificio de Cristo. Esta energía espiritual lleva a cuantos se nutren del cuerpo del Señor a ofrecer la propia vida por Él y por los hermanos,
mediante el don total de sí, hasta el derramamiento de la sangre, si es necesario.

Que el Congreso Eucarístico Internacional reavive en los creyentes, por intercesión de María, Madre de Cristo inmolado por nosotros, la conciencia del compromiso misionero que surge de la participación en la Eucaristía. El «cuerpo entregado» y la «sangre derramada» (cf. Lucas 22,19-20) constituyen el criterio más elevado al que tienen y tendrán que referirse siempre al entregarse por la salvación del mu

martes, 24 de mayo de 2011

La Providencia de Dios

La Providencia de Dios
Autor: P. Angel Peña O.A.R.

Capítulo 8: Abandono de Dios. Confianza total

ABANDONO EN DIOS

Si creemos que Dios es amor y nos ama con todo su infinito amor, la conclusión lógica es que podemos abandonarnos tranquilamente en sus manos, sabiendo que Él piensa en nosotros y nos cuida y quiere lo mejor para nosotros. Abandonarse es fiarse de Dios. Es aceptar su voluntad en cada instante. Es no rebelarse contra sus planes sobre nosotros. Es dejarse llevar sin preguntar a dónde ni porqué. Es entregarle la responsabilidad de la vida. Algo así como firmarle un cheque en blanco. Abandonarse significa estar en permanente actitud de escucha y de apertura a su voluntad en cada momento. Es estar totalmente disponible a sus planes. Es dejarse perder en su Amor como una gotita de agua en el mar. Es creer hasta la audacia en su providencia amorosa. Por eso, te pregunto: ¿Estás dispuesto a aceptar una enfermedad o cualquier otra desgracia humana sin rebelarte contra Él? Entonces, ¿por qué tienes miedo de abandonarte? ¿No te fías? ¿No estás dispuesto a aceptar el sufrimiento? ¿Solamente quieres recibir bienes y alegrías?

Deja que Él piense por ti en lo que más te conviene. Déjalo actuar y confía en Él. Puedes estar seguro que será la mejor decisión de tu vida, porque Dios necesita tener las manos libres para hacer de tu vida una obra de arte espiritual. Él te dice: Yo nunca te dejaré ni te abandonaré (Jos 1,5; Heb 13,5). Puedes estar seguro que Él nunca te va a fallar ni te va a engañar. Por eso, acepta sus planes sobre ti. Entrégale la responsabilidad de tu vida. Vale la pena abandonarse en los brazos de un Dios tan bueno y misericordioso. Si así lo haces, verás maravillas en tu vida.

Acuérdate de Abraham. Dios le dijo: Sal de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré (Gén 12,1). Y Abraham dejó todas sus seguridades humanas y se lanzó a una aventura desconocida, solamente confiando en Dios. Y Dios lo bendijo, dándole una descendencia numerosa. También bendijo a Moisés que aceptó ir a hablar con el faraón, a pesar de ser tartamudo (Ex 4); y bendijo a Noé que obedeció a Dios al hacer el arca. Y Noé hizo en todo como Dios se lo mandó (Gén 6,22). Y Dios lo salvó a él y a su familia.

Abandónate en sus brazos como la hija de aquel cirujano que tenía miedo a operarse, pero confiando en su padre, se dejo operar. Vale la pena abandonarse sin condiciones. Y, en los momentos difíciles, cuando todo parezca oscuro y no sientas la mano de Dios en tu vida, cuando parezca que se ha olvidado de ti, dite a ti mismo:

Mi Padre Dios me ama y cuida de mí. Él sabe todo lo que me pasa y conoce mis necesidades. Confío en Él, y sé que ya está tomando las medidas necesarias para ayudarme y solucionar mis problemas.


CONFIANZA TOTAL

La confianza es esencial en la vida humana. Si un hijo no tuviera confianza en su madre o una esposa en su esposo…, ¿cómo podrían vivir? Lo mismo pasa en la vida espiritual, si desconfiamos de Dios, si le tenemos miedo, si creemos que si seguimos su voluntad nos va a llevar por caminos de sufrimiento, como si se gozara de hacernos sufrir…, nuestra vida espiritual será un ir tirando. Nos faltarán las alas de la confianza para correr y volar por los caminos del espíritu.

Por ello, no te confundas ni te agites, pensando en tus problemas. Esfuérzate, pon de tu parte lo que puedas y después…, confía en Dios. Cierra los ojos y dile repetidamente: Jesús, yo te amo y yo confío en Ti. Repítelo hasta el cansancio cuantas veces puedas, día y noche, mañana y tarde, y verás la diferencia.

Recuerda lo que Jesús le decía a la venerable Consolata Betrone: Tú piensa sólo en amarme. Yo pensaré en ti y en todas tus cosas hasta en los más mínimos detalles (31 de julio de 1936). La confianza es la flor más hermosa del amor. Por eso, decía Jesús a una santa religiosa: Si me amas, confía en Mí; si quieres amarme más, confía más en Mí; si quieres amarme inmensamente, confía inmensamente en Mí.

La beata Teresa de Calcuta decía: Jesús desea que pongamos toda nuestra confianza en Él. Yo le pido que haga de mí una santa, dejando en sus manos la elección de los medios que pueden llevarme a ella.

Santa Faustina Kowalska dice sobre las grandes tinieblas espirituales que padecía: El pensamiento que más me atormentaba era el ser rechazada por Dios. Tenía estos pensamientos: ¿A qué empeñarse en la virtud y en las buenas acciones? ¿Para qué, si soy rechazada por Dios? Y sólo Dios sabe lo que ocurría en mi corazón. En un momento, en que estaba terriblemente oprimida por estos sufrimientos, entré en la capilla y dije, desde lo profundo de mi alma:

Jesús, haz de mí lo que Tú quieras. Te adoraré de todas maneras. Que se haga tu santa voluntad. Yo glorificaré tu infinita misericordia. Y, repentinamente, cesaron mis terribles tormentos y vi a Jesús y me dijo: Yo estoy siempre en tu corazón.

Un gozo indecible inundó mi alma y la llenó de tanto amor de Dios que inflamó mi pobre corazón. Veo que Dios no permite nunca pruebas más allá de lo que podemos soportar… Un solo acto de confianza, en esos momentos, da más gloria a Dios que muchas horas transcurridas en el gozo de las consolaciones .

Ciertamente, en los momentos de oscuridad, el sentir el rechazo de Dios turba al alma y el diablo aprovecha la oportunidad para inculcarle pensamientos de desaliento; pero, si el alma sigue confiando, aunque se sienta condenada, está salvada. Lo único que la apartará de Dios será la desconfianza, la desesperación y la falta de fe. Como dice la Escritura en Prov 28,1: El que confía en Dios es fuerte como un león .

La confianza en Dios es como una mina de oro de la que podemos sacar inmensas bendiciones para nuestra alma. Santa Teresita del Niño Jesús decía: ¡Qué dulce es el camino del amor! ¡Cómo deseo guiarme con el más absoluto abandono a cumplir la voluntad de Dios! (MA f. 84) Mi camino es todo de confianza y de amor… Veo que basta reconocer la propia nada y abandonarse como un niño en los brazos de Dios (Carta 203). Este camino es el abandono del niñito que se duerme sin miedo en los brazos de su padre (MB 1). El abandono es el fruto delicioso del amor (poesía 42).

¡Oh Jesús, cómo se alegra tu pajarillo de ser débil y pequeño! ¿Qué sería de él, si fuera grande? Nunca tendría la audacia de comparecer en tu presencia, de dormitar delante de ti... Oh Jesús, déjame que te diga, en el exceso de mi gratitud, déjame que te diga que tu amor llega hasta la locura. ¿Cómo quieres que ante esta locura mi corazón no se lance hacia Ti? ¿Cómo habría de tener límites mi confianza?... Si por un imposible, encontrases a un alma más débil, más pequeña que la mía, te complacerías en colmarla de favores mayores todavía, con tal que ella se abandonara con entera confianza a tu misericordia infinita (MB f. 5).

Abandónate en Dios. No temas. Confía. Respira hondo. Respira su amor a través del aire que entra en tus pulmones, mira su bondad, reflejada en las bellezas de la naturaleza, en la sonrisa de los niños o en las flores de los campos. Reacciona, piensa, confía y déjate llevar por Él sin condiciones. Él te dice: No tengas miedo, solamente confía en Mí (Mc 5,36). No tengas miedo, porque yo estoy contigo (Is 41,10).

Y ahora dile con total confianza la oración de Charles de Foucauld:



Padre mío, me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que Tú quieras
sea lo que sea te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo,
con tal de que tu voluntad se cumpla en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma, te la doy
con todo el amor de que soy capaz.
Porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una confianza infinita,
porque Tú eres mi Padre.


Ojalá que confíes en tu Padre Dios como aquella niñita que, antes de ser operada, hizo esta oración en el mismo quirófano: Jesús, mi querido pastor, bendice a tu corderita en este día y guárdame sana hasta el día de mañana. Entonces, aquella niñita de siete años, sonrió y le dijo al cirujano: Estoy lista. Ahora no tengo miedo, porque Jesús cuidará de mí.

sábado, 14 de mayo de 2011

Una carta de amor del Padre para tì

Oremos por el Papa Benedicto XVI

Pedido de oración por el Santo Padre
a todas las Capillas de Adoración Perpetua


El Cardenal D. Antonio Cañizares,
Prefecto del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, pidió –y lo hizo con mucho énfasis resaltando la necesidad y la urgencia- que en todos las Capillas de AEP se rece por el Santo Padre, en todos los turnos y en todo el mundo.
Está siendo muy atacado.


Como Prefecto de la Congregación, recibió los días 23 y 24 de abril en Roma la visita de la Comunidad de Misioneros del Santísimo Sacramento -cuyo carisma es la promoción, organización y fundación de la Adoración Perpetua en las Parroquias y en las diócesis- y pidió que en todas las Capillas de Adoración Perpetua, en todos los turnos, se rece por el Santo Padre que, como sabemos, está siendo muy atacado. Les transmitimos su pedido, el cual fue percibido por la Comunidad, por la insistencia, como muy urgente.

En su reciente carta a los sacerdotes y fieles de la arquidiócesis de Toledo, entre otros conceptos, agregó:
"Quered mucho y apoyad al Papa. Queredlo muchísimo, orad para que Dios le consuele, le fortalezca, le dé sabiduría, nos lo conserve y proteja, para el bien del mundo y de la Iglesia. Con mi gratitud y bendición para todos".


Queridos hermanos, pongamos esta intención como prioridad de las Horas Santas, muchas gracias, rogamos su difusión.

ADORACIÓN EUCARÍSTICA de Juan Pablo II


Señor Jesús:

Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.

«Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios» (Jn. 6,69).

Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.

Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.

Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.

Siguiéndote a ti, «camino, verdad y vida», queremos penetrar en el aparente «silencio» y «ausencia» de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo» (Mt. 17,5).

Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.

Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.

Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives «siempre intercediendo por nosotros» (Heb. 7,25).

Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre.

Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro, el principio y el fin de todo.

Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.

Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.

Quisiéramos decir como San Pablo: «Mi vida es Cristo» (Flp. 1,21).

Nuestra vida no tiene sentido sin ti.

Queremos aprender a «estar con quien sabemos nos ama», porque «con tan buen amigo presente todo se puede sufrir». En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque en la oración «el amor es el que habla» (Sta. Teresa).

Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.

CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: «Quedaos aquí y velad conmigo» (Mt. 26,38).

Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de amigo y con una presencia de donación.

El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos «gemidos inenarrables» (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.

En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.

Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o «misterio». Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el «misterio» de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.

Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de AMAR y de SERVIR.

Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre.

Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos.
Amén.

Juan Pablo II

martes, 10 de mayo de 2011

Silencio

La desgracia del hombre es la ocasión de Dios, en nuestros días este axioma cobra cada vez más relevancia. La crisis económica, los problemas familiares, el desempleo, la mal entendida libertad del hombre, los mal encausados movimientos a favor de la igualdad de genero, el amor libre etc., en contra posición; las corrientes moralistas , corrientes ideológicas de todos tipos y sabores grupos de unos y grupos de otros devociones de unas y devociones de otras, campo fecundo para gente que se aprovecha de esta necesidad de la gente de encontrar respuestas y toma ocasión para crear grupos, movimientos y asociaciones que van desde las que solo buscan obtener dinero hasta verdaderas sectas disfrazadas hábilmente para aparentar gran piedad, tejedores de sueños, curanderos, videntes y brujos, visionarios y profetas todos a coro unidos gritan a una voz AUXILIOOOOOO !!!!!!!!!!
Nuestra búsqueda de respuestas se torna obsesiva se hace frenética, canto desesperado de angustia, gente de ojos desorbitados a punto del colapso sucumbiendo ante su realidad; imaginándose que es ficción se engañan algunos, restándole así importancia a la mas patente realidad de la miseria humana como si tan solo estuvieran leyendo un capitulo del Dante… y no hay quien responda no hay quien escuche ¡!!! Que hacer ???? .
En este penoso vía crucis de dolorosas penitencias de clamores y plegarias unos suspiran por regresar a Egipto consultan de nuevo al horóscopo, al brujo, al adivino o al vidente, otros van de grupo en grupo de devoción en devoción atentos a ver cual es el próximo santo que haga realidad nuestros anhelos…..o tal ves deba decir que cumpla nuestros caprichos??? Pero de nuevo la mayoría sucumbe a la desesperación y cae frustrado.. La suerte es de unos pocos para la mayoría el drama del paralítico se repite imposibilitado para echarse a la cisterna y resignado a esperar que alguien se apiade de el y le ayude para cuando el agua se agite…………
Será que están equivocados o la gran idea sugerida: no hay dios y si lo hay no le interesamos y así comienza el corazón a endureserce se comienza a pecar contra el espíritu pecado fruto de la desesperación ….. pero volvamos a la sentencia inicial La desgracia del Hombre es ocaciòn de Dios…. Es ocaciòn de Dio para manifestarse solo que en nuestro frenesì, y locura creemos que tal ves no estamos gritando demasiado fuerte y nuestros resos ahora son gritos histerico, afrentas, y desafios.. pero sigue sin haber respuesta ……

Pero de una ves por todas cual es la Ocaciòn de Dios como podra manifestarse su gloria? La respuesta la encontramos en el libro del profeta Sofonìas, EL SILENCIO, sì, el silencio, ya hemos gritado mucho y no le hemos dejado hablar a Dios.

Nos dice Sofonìas :
¡Reine el silencio delante del Señor Yavé, pues se acerca su día! Yavé ha preparado un sacrificio y ya ha consagrado a sus invitados. Sof 1:7

El dia del Señor ya esta entre nosotros y hemos sido convidados al banquete a permanecer en su presencia, Permanescan en mi amor dice el Señor Jesús y yo los transformarè.

Hermanos los invito a que leamos completa la sentencia de Dios y su Promesa para que una vez llegados a su santo monte (Capilla de Adoración) le dejemos hablar a El que tiene tantas cosas que decirnos y tantas bendiciones que derramar a nosotros sus invitados que nos ha consagrado.


Sof 1:1 Palabra de Yavé que fue dirigida a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de Godolías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías cuando reinaba en Juda Josías, hijo de Amón.
Sof 1:2 Doy mi palabra, dice Yavé, que borraré cuanto existe en la faz de la tierra.
Sof 1:3 Acabaré con los hombres y los animales, con las aves del cielo y los peces del mar; arrancaré al hombre de la superficie de la tierra.
Sof 1:4 Levantaré mi mano para castigar a Judá y a todos los habitantes de Jerusalén; sacaré todo lo que queda de Baal y hasta el nombre de sus sacerdotes.
Sof 1:5 Echaré fuera además a los que se arrodillan en las terrazas para adorar las estrellas; a los que si bien adoran a Yavé, juran al mismo tiempo por Yavé y por Moloc;
Sof 1:6 a los que se separan de Yavé y dejan de seguirlo y no lo consultan.
Sof 1:7 ¡Reine el silencio delante del Señor Yavé, pues se acerca su día! Yavé ha preparado un sacrificio y ya ha consagrado a sus invitados.
Sof 1:8 He aquí lo que pasará el día del sacrificio de Yavé: "Yo pediré cuentas a los ministros, a los hijos del rey y a todos los que se visten a la moda extranjera.
Sof 1:9 También pediré cuentas a todos los que saltan por encima del umbral del Templo de su Señor sin pisarlo, y a los que lo llenan de violencia y de robos."
Sof 1:10 Ese día, lo asegura Yavé, un tremendo clamor saldrá de la Puerta del Pescado; aullidos de la ciudad nueva, y un ruido espantoso de los cerros vecinos.
Sof 1:11 Griten, habitantes del barrio hundido, pues ha desaparecido toda esa gentuza de comerciantes, han sido eliminados todos los que contaban la plata.
Sof 1:12 Ese día andaré con antorchas, registrando Jerusalén para castigar a esos hombres que se quedan sentados en sus basuras y piensan: "¡Total, Yavé no hace ni bien ni mal!"
Sof 1:13 Pues bien, sus riquezas serán saqueadas; sus casas, demolidas
Sof 1:14 Se aproxima el gran día de Yavé, ya está cerca, ya llega corrriendo. El día de Yavé: su solo estruendo es una cosa amarga, y hasta el valiente grita de pavor.
Sof 1:15 Es un día de cólera aquel día, de angustia y de congoja; día de destrucción y de ruinas, de sombras y tinieblas; día de nubarrones y neblina,
Sof 1:16 día en que suena el clarín en lo alto de la muralla y da la alarma en todas las fortalezas.
Sof 1:17 Les mandaré a los hombres la congoja, y andarán como ciegos ( ). Su sangre será esparcida como el polvo y sus restos yacerán como basura.
Sof 1:18 Ni su oro ni su plata los lograrán salvar cuando estalle la cólera de Dios y consuma en el fuego de su celo al país de Judá y destruya sin dejar rastro siquiera a todos los que habitan esa tierra.


Sof 3:1 ¡Ay de la rebelde, de la manchada, de la ciudad opresora!
Sof 3:2 No ha escuchado el llamado, no ha aceptado la corrección, no ha puesto su confianza en Yavé ni se ha acercado a su Dios.
Sof 3:3 Sus reyes en medio de ella son como leones que rugen; sus gobernantes son como lobos nocturnos que no guardan ni un hueso para el día siguiente.
Sof 3:4 Sus profetas son unos charlatanes dispuestos para cualquier mentira; sus sacerdotes profanan las cosas santas y no respetan la Ley.
Sof 3:5 Sin embargo, en su interior está Yavé, el Justo, el que cada mañana dicta sus sentencias. El es fiel como la salida del sol, y nunca comete injusticia. Pero el injusto ni siquiera se siente avergonzado.
Sof 3:6 He borrado del mapa a las naciones, he demolido sus torres de defensa, he dejado sus calles solitarias, nadie pasa por ellas, sus ciudades han sido arrasadas y no se ve ni un hombre, ni un habitante siquiera.
Sof 3:7 Yo pensaba: "¡Si al menos tú me temieras y tomaras en cuenta mi reprensión, y no te olvidaras de todas las veces que te corregí." Pero ellos, al contrario, se han apresurado a comportarse mucho peor aún.
Sof 3:8 Por esto, espérenme, les dice Yavé, para el día en que yo venga a acusarlos. Pues ya salió la sentencia: reuniré a las naciones y juntaré a los imperios para descargar sobre ustedes mi enojo, todo el ardor de mi ira, y todo el país será consumido por el fuego de mis celos.
Sof 3:9 Sí, yo daré a los pueblos labios puros para que todos puedan invocar el Nombre de Yavé y servirlo también con un mismo celo.
Sof 3:10 De más allá de los ríos de Etiopía mis fieles me traerán ofrendas.
Sof 3:11 Ese día ya no tendrás que avergonzarte de todas esas faltas que cometes contra mí, pues de en medio de ti yo arrancaré a aquellos que se jactan de su orgullo y tú no seguirás vanagloriándote de mi montaña santa.
Sof 3:12 Dejaré dentro de ti a un pueblo humilde y pobre, que buscará refugio sólo en el Nombre de Yavé.
Sof 3:13 Aquellos que queden de Israel no cometerán injusticias; no hablarán para engañar, ni se hallará falsedad en su boca.
Entonces serán como el rebaño que pasta y que descansa, y no habrá quién los perturbe.
Sof 3:14 ¡Grita de gozo, oh hija de Sión,
y que se oigan tus aclamaciones,
oh gente de Israel!
¡Regocíjate y que tu corazón esté de fiesta,
hija de Jerusalén!
Sof 3:15 Pues Yavé ha cambiado su suerte,
ha alejado de ti a tus enemigos.
No tendrás que temer desgracia alguna,
pues en medio de ti está Yavé,
rey de Israel.
Sof 3:16 Ese día le dirán a Jerusalén:
"¡No tengas ningún miedo,
ni te tiemblen las manos!
Sof 3:17 ¡Yavé, tu Dios, está en medio de ti
el héroe que te salva!
El saltará de gozo al verte a ti
y te renovará su amor.
Por ti danzará y lanzará gritos de alegría
como lo haces tú en el día de la Fiesta."
Sof 3:18 Apartaré de ti ese mal con el que te amenacé, y ya no serás humillada.
Sof 3:19 Entonces eliminaré a todos tus opresores. Ese día salvaré a la oveja coja y llevaré al corral a la perdida, a ustedes les daré fama y honores en todos los países donde la humillación era su parte.
Sof 3:20 Ese día los traeré a este lugar y los reuniré para hacerlos famosos y respetados entre todos los pueblos de la tierra, cuando traiga de vuelta a los cautivos a la vista de ustedes, dice Yavé.

ADOREMOSLE ¡!!!!! Cristo es Nuestro Señor Aleluya.

Fernando DJ

martes, 19 de abril de 2011

Segunda reunion del equipo organizador

El pasado Domingo 17 de Abril nos volvimos a reunión para revisar los avances de la Capilla de AEP. Se presentó propuesta de uniforme par el equipo y se entregó mas listas de adoradores para confirmar. Ya se tiene por lo menos dos bien hechores para la adquisición de mobiliario.

Señor Jesus, en tu nombre seguimos trabajando con elegria en tu obra.

Madre santisima sigue intercediendo por nosotros para que podamos salvar cualquier obstaculo y sobre todo para no desfallecer.

Señor Dios, Envinos tu Espiritu Santo para que nos de la sabiduria y la fuerza para realizar con exito esta misión.

Fernando DJ

domingo, 10 de abril de 2011

Primera reunion del equipo organizador

Hoy en punto de la 14:00 horas en la sala penitencial del templo de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolorestubimos nuestra primera reunion el equipo organizador de la primera capilla de adoracion perpetua de nuestra comunidad, Bellisima e historica ciudad de Dololres Hidalgo, Guanajuato. Con la presencia de nuestra Coordinadora General Hermana Silvia Veronica;los cuatro lideres: Mario Ortiz, Ma Concepcion Perez, Lorena Gonzalez y Olga valdez Trejo asi como los 24 capitanes y sus respectivos suplentes,
Les fue entregadas las primeras listas para comenzar a llamar y confirmar los horarios de los adoradores.
La inauguraciòn de la Capilla esta prevista para el proximo dia 13 de Junio del presente año.
Se invita a todos los fieles y hermanos de otras denominaciones cristianas a participar como bien hechores y anotarse para estar una hora a la semana en compañia de Jesus Sacramentado.

Atte Fernando DJ